"El medio es el mensaje"


Sonata

"El medio es el mensaje"
(a propósito de las elecciones en EE.UU.)

José Enrique Trinidad

La frase le ha dado la vuelta al mundo varias veces. Su autor,
Marshall McLuhan.
McLuhan usaba de manera extraordinaria el juego de palabras
(retruécano). ¿Recuerdan "la cultura es nuestro negocio"? Esto le
permitía una suerte de humor negro, de "ironía electrónica", para
decirlo en su estilo. Cuando escribió lo de "el medio es el mensaje",
jugaba con la última palabra -en inglés message-, "mes-age" que se
traduciría como "edad de la confusión", lo que constituía una de sus
tesis favoritas: "nuestra época es la era de la confusión". ¿Impulsado
por cuál concepto afirmaba tal cosa el canadiense? ¿Por la ciencia
adquirida con sus estudios e investigaciones semiológicos?
El asunto es que me he puesto a pensar que para la mitología hindú,
que divide la evolución de la humanidad en cuatro ciclos (la vaca
cíclica de la virtud humana) nuestra época corresponde a la edad de
hierro (kaliyuga), en la cual se alcanza "el grado supremo de
debilidad y senilidad… edad miseria, infortunio y decrepitud".
No soy catastrofista, pero sí creo que somos testigos estelares del
fin de una era. Y por imperativo de la esencia misma de la vida,
debemos esperar el nacimiento de una nueva era para la humanidad. Esto
no tiene nada que ver con la llamada "new age", convertida en otro
boom comercial.
A estas alturas, ¿quién niega los desplomes de las bolsas de valores,
el trastrocamiento del equilibrio ecológico, los acontecimientos
convulsos de montaña rusa, como las propias elecciones de Estados
Unidos de Norteamérica… y es que en todos los órdenes estamos viviendo
los cambios fundamentales como nunca antes se había pensado, para la
entera humanidad? Podríamos traducir la acertada frase de McLuhan en
el refranero popular como: nunca es más oscura la noche que cuando va
a amanecer. Ya no hay duda. Es la era de la confusión. La edad de
hierro no tiene más sello que el de la muerte. Su jeroglífico es el
esqueleto provisto de los atributos de Saturno: el reloj de arena
vacío, imagen del tiempo cumplido (Fulcanelli).
No es ningún fin del mundo, como presagiaban al final del siglo
pasado, los que creen en el aniquilamiento de la especie humana y que
tanto gusta a determinadas agrupaciones. Este tiempo es un verdadero
caldo de cultivo para crear nuevos odios, aberraciones, donde podemos
quedar todos atrapados. De aquí saldrá un tiempo de oportunidades, de
esperanzas nunca imaginadas. Yo voto por "desengancharme" internamente
del caos, evitando la inútil confrontación.
CONFRONTAR EL SISTEMA, COMO ACOSTUMBRAN MUCHOS,
NO ES MÁS QUE ALIMENTARLO
Me inclino por la creatividad. Por una nueva manera de ver la vida.
Ese es el verdadero reto. La búsqueda de nuevas formas de vivir,
basándonos en la moderación y el sosiego, rechazando el consumismo
desenfrenado, incentivando la cooperación y las formas de compartir.
Hay que encontrar respuestas a los grandes problemas de la Humanidad
desde adentro.
¿Qué tal un poco de austeridad franciscana, imitando al poverino de
Asis? Dice Gandhi que el que retiene lo que no necesita es igual que
el ladrón. Por mi parte, como San Francisco, yo necesito pocas cosas y
las pocas cosas que necesito, las necesito poco.

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